Sabemos que cuando cannabinoides como THC o CBD entran en nuestro cuerpo, interactúan con nuestro sistema endocannabinoide. Este sistema consta básicamente de 2 receptores, conocidos como CB1 y CB2, aunque nuevas investigaciones indican que podría integrar otras células receptoras. Se sabe que el sistema endocannabinoide está involucrado en una gran variedad de procesos corporales, y se ha demostrado que ayuda a regular el apetito, el estado de ánimo, la memoria, y la sensación o gestión del dolor. Este sistema suele estimularse por endocannabinoides como la anandamida y el 2-AG, que son producidos de forma natural por el cuerpo. Sin embargo, cuando están presentes otros cannabinoides vegetales, como el CBD, también interactúan con el sistema uniéndose a los receptores CB1 y/o CB2 e induciendo diversos efectos. Hoy en día, algunos de los cannabinoides más conocidos son el THC, CBD, CBN (cannabinol), CBDV (cannabidivarina), CBG (cannabigerol) y CBC (cannabicromeno). Pero hay muchos otros. Los efectos de estos compuestos varían enormemente. El CBD, por ejemplo, ha demostrado ser un potente:

-Antiinflamatorio

-Antioxidante

-Neuroprotector

-Ansiolítico

-Antidepresivo

-Analgésico

-Agente antitumoral

- Antipsicótico

Los efectos de los cannabinoides también varían en función de su dosificación, aplicación, y presencia de otros cannabinoides. Encontramos que el principal motor de las investigaciones son los notables resultados y la eficacia de los medicamentos derivados del cannabis en el tratamiento de una alta gama de enfermedades, lo cual a permitido que gane adeptos entre la comunidad médica y a su vez ha contribuido a desestigmatizar su uso en un público más general.